El nombre de Eugenio Rodríguez está sonando fuerte en el mundo de la belleza. Este talentoso maquillador cubano, conocido por su habilidad para transformar rostros y crear looks que dejan huella, ha vivido un camino lleno de desafíos y aprendizajes. Desde trabajar para la reconocida Chanel hasta convertirse en el Director de Estilismo del certamen Miss Universe Cuba —que regresa después de 57 años de ausencia—, su historia es la de un soñador que, con pasión y esfuerzo, se ha hecho un lugar entre los grandes del maquillaje y el estilismo.
Eugenio nació en La Habana Vieja, Cuba, rodeado de una mezcla vibrante de cultura, música y arte. De niño, soñaba con ser bailarín, pero la vida le tenía preparado otro destino. A los 15 años, descubrió el maquillaje y quedó fascinado. Empezó ayudando a otros maquilladores en sesiones de fotos, experimentando con sombras y pinceles, y pronto su talento comenzó a brillar. En «Marbella Studio y Eventos,» se convirtió en el maquillador principal, gracias a la dueña, «La China,» que vio en él algo especial.
En 2017, como muchos otros cubanos buscando un futuro mejor, Eugenio se mudó a Miami con su madre. No tenía nada garantizado, pero sí muchas ganas de salir adelante. Sabía que para destacar tenía que aprender más, así que se inscribió en la «Beauty School of America» y se graduó en cosmetología. Pero, al poco tiempo, se dio cuenta de que lo suyo no era cortar pelo; lo suyo seguía siendo el maquillaje. Y como si el destino le diera un guiño, surgió la oportunidad de trabajar en Chanel, la marca de lujo con la que muchos sueñan.
Trabajar en Chanel cambió las reglas del juego para Eugenio. Durante cuatro años, no solo perfeccionó su técnica; aprendió sobre el negocio de la belleza, el poder del marketing y cómo vender más allá del maquillaje. Y lo hizo tan bien que se convirtió en Top Seller de Chanel en el sur de Miami por tres años seguidos.
“Cuando empecé en Chanel, ni siquiera hablaba inglés. Ese fue mi mayor reto, pero no dejé que eso me frenara. Llegué a ser Top Seller tres años seguidos”, recuerda Eugenio. Ahí se dio cuenta de que el éxito no solo depende del talento, sino también de entender cómo funciona la industria desde adentro.
Después de Chanel, Eugenio sintió que era el momento de jugársela por su cuenta. Así nació “Eugenio Rodríguez Studio” y su línea de extensiones de cabello, “Eugenio Rodríguez Hair Extensions”. No fue fácil, pero paso a paso, construyó un nombre que hoy es sinónimo de calidad y creatividad en Miami. Para él, abrir su propio estudio no fue solo abrir un negocio; fue apostar por sí mismo, creer en lo que podía ofrecer y poner su sello en todo lo que hacía.
Ese camino lleno de empeño y pasión lo llevó a uno de los momentos más emocionantes de su vida: ser nombrado Director de Estilismo del Miss Universe Cuba, que vuelve después de 57 años de ausencia. Para Eugenio, esto es más que un logro profesional; es volver a conectar con sus raíces, con su Cuba querida, y llevar su talento al escenario global.
“Darme cuenta de lo que había logrado en tan poco tiempo me hizo ver que sí, podía emprender por mi cuenta y apostar por mi futuro como maquillador”, dice Eugenio con una sonrisa.
El regreso de Miss Universe Cuba es un gran acontecimiento para la comunidad cubana, tanto en la isla como en el exilio. Después de más de medio siglo sin participar, Cuba vuelve con ganas, y Eugenio tiene el desafío de liderar el equipo de estilismo que va a mostrarle al mundo la belleza y el talento de las concursantes cubanas.
“Es un honor ser parte de este momento para Cuba. Esto no es solo un concurso de belleza; es una celebración de nuestra cultura, nuestra identidad y nuestra forma de brillar en el mundo”, comparte Eugenio emocionado.
Su objetivo no es solo hacer looks espectaculares, sino capturar lo que significa ser cubano: fuerza, pasión, alegría y resiliencia.
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A medida que Eugenio sigue avanzando en su camino, tiene claro cuál es su misión: empoderar a la gente a través del maquillaje y el estilismo, y llevar siempre un pedacito de Cuba en cada proyecto.
Con su historia, Eugenio no solo está cambiando el juego de la belleza en Miami y más allá, sino que está inspirando a otros jóvenes artistas a creer en ellos mismos, a trabajar duro y a nunca dejar de soñar en grande. Porque, como él ha demostrado, los sueños grandes se cumplen con pasión y perseverancia.