Los Boston Celtics solo necesitaron el primer tiempo para tumbar a los Washington Wizards (104-130) en su partido de este domingo, en el que fue el duelo entre el mejor y el peor equipo de la NBA.
Los Celtics (53-14) ganaron su quinto partido consecutivo pese a no contar con Jaylen Brown ni Kristaps Porzingis, mientras que los Wizards (11-57), que ayer ya cayeron 127-98 en Chicago, encadenan cuatro derrotas.
Jayson Tatum con 30 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias y Sam Hauser con 30 puntos (10 de 13 en triples) y 6 rebotes lideraron a los Celtics en Washington.
Leer: Ohtani agradece toda la atención en Seúl y promete «un buen espectáculo»
Los Celtics tiraron sobre todo desde la línea de tres (50 de sus 87 tiros de campo fueron intentos de triple) con un acierto que fue de más a menos a medida que avanzaba el partido hasta terminar en un 48 % (24 de 50).
Los Wizards afrontaron el partido con bajas delicadas, incluida la de Kyle Kuzma, su mejor jugador esta temporada. Sin Kuzma, fue Jordan Poole quien tomó las riendas del equipo, anotando 31 puntos, con un 63,2 % de acierto.
Los Celtics son líderes destacados de la Conferencia Este con 9,5 victorias de margen sobre los Milwaukee Bucks (44-24), que van segundos. Los Wizards, por su parte, son últimos del Este y tienen el peor balance de toda la NBA.
Por la vía rápida
Los Boston Celtics se conjuraron para resolver lo antes posible el trámite en el Capital One Arena. Escasos seis minutos duró la resistencia de los Washington Wizards frente al mejor equipo de la liga: después del 17-17 se acabó todo.
Jayson Tatum, que era duda para el partido, anotó 18 puntos en el primer cuarto y los Celtics, con un 66,7 % de acierto en tiros de campo, cimentaron una sólida ventaja hasta dejar en el marcador un contundente 27-45.
La misión era muy difícil para los de Washington, que ahora mismo son el polo opuesto de los Celtics: el peor equipo de la NBA. A la estadística en contra se le añadían las bajas más que significativas de Kyle Kuzma, Deni Avdija, Tyus Jones y Marvin Bagley III.
Los Celtics también tenían las bajas de Jaylen Brown y Kristaps Porzingis, pero no las acusaron demasiado. Sam Hauser recogió el relevo de Tatum en el segundo cuarto para añadir otros 18 puntos a su cuenta, todo triples.
Los de Boston, de hecho, se hincharon a triples -17 al descanso-, pero en el segundo cuarto ya mostraron síntomas de relajo. Aún así, ampliaron en otros 10 puntos su ventaja hasta dejarla en +28 con un 53-81 en el luminoso.
Un día más en la oficina
Con el partido más que resuelto al descanso, los Celtics salieron de los vestuarios casi con desgana, mientras Joe Mazzulla daba descanso a los titulares, seguramente pensando en regular a sus jugadores de cara a los ‘playoffs‘.
La intensidad de los de Boston dejó mucho que desear y su acierto en tiros de campo en el cuarto cayó en picado hasta un 37,5 % (9 de 24). Con todo, fueron mejores que los Wizards y volvieron a hacerse con el parcial (25-27) poniendo así un 78-108 en el marcador.
Los menos habituales en los Celtics gozaron de minutos durante el último cuarto, lo que aprovecharon los Wizards para maquillar algo el marcador, que quedó en 104-130.
El resultado esperado entre unos Celtics favoritos para ganar el anillo y unos Wizards que están con uno de las peores ratios de la historia de la NBA.