El sudeste de Francia sufrió nuevos incendios este domingo que dejaron 200 hectáreas quemadas en el departamento de Gard, donde un bombero resultó gravemente herido, en vísperas de una nueva ola de calor.
Al sur de la localidad de Nîmes, un incendio destruyó 200 hectáreas de pinos, lo que provocó una contundente humareda que obligó al cierre parcial de la autopista A9 que comunica con España.
El incendio fue atizado por los vientos del Mistral y la Tramontana, cuyas ráfagas soplan a más de 60 km/h en terrenos secos, con lo que el fuego avanzó a un ritmo de entre 2,5 a 3 kilómetros por hora a finales de la tarde.
Cuatro bomberos resultaron heridos y uno de ellos está grave y tuvo que ser hospitalizado por las quemaduras, según la autoridad que coordina las labores de extinción.
En tanto en Marsella, la segunda mayor ciudad de Francia, un fuego declarado a finales de la tarde se extendió por 35 hectáreas, según el Servicio Departamental de Incendios y de Socorro (Sdis).
Ola de calor
También el domingo, «a las 22:30 horas unas 150 hectáreas de pinos quedaron destruidas» por un incendio en la localidad de Mano (Landas), frontera con el departamento de Gironda, y provocó la evacuación preventiva de unas 40 personas, además del cierre de varias carreteras, informó la prefectura de las Landas en un comunicado.
Añadió que el fuego «hasta el momento» no ha afectado «ninguna vivienda» de la villa y que «como medida preventiva, se han evacuado unas quince casas».
En la región se han desplegado 240 bomberos de Landas y refuerzos desde Gironda, que son apoyados por un avión y un helicóptero, según la prefectura.
Francia se prepara para un nuevo aumento del termómetro, con temperaturas máximas entre 35 a 39°C previstas para el lunes en el sur del país.
Europa Occidental enfrentó a mediados de julio a una ola de calor, la segunda en un mes, durante la cual se registraron devastadores incendios forestales en varios países.